El gobierno de Reino Unido ha debatido ayer en la House of Lords sobre la posibilidad de obligar a los proveedores de servicios eliminar, o al menos desactivar, este cifrado de extremo a extremo en las comunicaciones, permitiendo así a los órganos responsables del gobierno acceder de forma ilimitada a todos los datos.
Una de las formas elementales si queremos proteger nuestra información y nuestros datos es el cifrado. Para evitar que usuarios no autorizados y gobiernos puedan acceder libremente a nuestros datos, hoy en día la mayoría de las comunicaciones se cifran de extremo a extremo, evitando así que pueda ser interceptada en cualquier punto intermedio, sin embargo, esto es algo que no gusta a todos, especialmente a los gobiernos de determinados países conocidos por querer controlar las comunicaciones de sus ciudadanos.
Según el debate, nadie debería tener derecho para desarrollar un cifrado de extremo a extremo que no pudieran romper o desactivar los propios proveedores o responsables de la aplicación. De esta manera, en el antiguo país de la Unión Europea, todo software o hardware que utilice cifrado de extremo a extremo irrompible, como WhatsApp o los iPhone, podrían ser considerados como ilegales.
Salvo como último recurso, Reino Unido no quiere prohibir todo el tráfico de datos cifrado, sino tan solo aquel que no pueda ser roto en caso de necesidad. Los responsables de la Cámara comprenden que en muchas situaciones es necesario hacer uso de este cifrado, especialmente en entornos empresariales, pero se busca que, en caso de Seguridad de Estado, el gobierno pueda descifrar fácilmente los datos y acceder a la información. Incluso están dispuestos a negociar dicho descifrado a través de la empresa responsable del software.
Mientras que para los usuarios el cifrado de extremo a extremo, la privacidad y la seguridad cada vez son más importantes, para los diferentes gobiernos de muchos países incluyendo México no es más que un estorbo y una molesta que, con la excusa de acabar con el terrorismo y con la delincuencia digital, cada vez más frecuente, buscan poder tener libre acceso a los datos y controlar así todas las comunicaciones de sus ciudadanos.