Existen muchos tipos de malware, y no es necesario infectar o robar datos para resultar peligroso. Es el caso de las bombas ZIP, ficheros comprimidos con sofisticadas técnicas que al descomprimirlos crecen millones de veces su tamaño. El investigador David Fifield ha creado la bomba ZIP más potente del mundo: un fichero de 46 MB se convierte en otro de 4,5 Petabytes.
Un Petabyte son 1000 Terabytes. Teniendo en cuenta que un disco duro estándar hoy en día ocupa unos 2 TB, estamos hablando de una bomba ZIP que solo pesa 46 MB, pero cuando se descomprime ocupa el equivalente a más de 2.200 discos duros, ocasionando todo tipo de problemas. Desde bloquear el ordenador por saturación a impedir que arranque, provocar errores por temperatura, etc.
Lo más interesante, a nivel técnico, es que esta bomba ZIP no utiliza la recursividad para expandirse miles de veces su tamaño, sino una técnica diferente que consiste en superponer ficheros unos encima de otros. Por eso es más difícil de detectar por los antivirus.